No soy fanático de Lito Vitale, pero cuando él tenía el programa musical de cierre de transmisión del canal 13 "Ese amigo del alma", a veces solía invitar a personajes interesantes. Uno de esos encuentros cargados de candor fue cuando concurrió Antonio Tormo, en 1998. Yo mucho no conocía de don Antonio, salvo alguno que otro disco de pasta o simples que había en la casa de mis abuelos y que había visto en mi infancia y quedaba en la memoria algún vago recuerdo de esas guitarras punteadas y la voz inconfundible de Tormo.
Por si no lo sabían, Antonio Tormo, el "cantor de las cosas nuestras" fue un ícono en la década del 40, en pleno gobierno peronista, no por su afinidad a Perón, sino porque su interpretación y repertorio era a lo que apuntaba políticamente el gobierno de Juan Perón. Llegó a ser el intérprete de mayor venta en ese entonces: casi 4.000.000 de copias del rasguido doble "El rancho e' la Cambicha". Quizás esta popularidad fue lo que le ganó todas las antipatías en la época antiperonista, siendo prohibido y proscripto. Así cayó en un leve olvido. Digo leve porque el olvido fue solo de las generaciones que no lo conocieron. León Gieco lo invitó a grabar un nuevo disco en 1997, después de 20 años sin hacerlo, este trabajo se llamó 20 y 20. Y era justicia para un cantante que poseía una buena voz de tenor, muy expresiva. Me atrevo a hacer un paralelo con la voz de Roberto Goyeneche en el tango, lo que hizo Tormo en el folklore. Y como a el Polaco, algunos lo conocen por sus ultimos trabajos, pero lo mejor está en la época de su plenitud. Los invito a escuchar la versión del año '50 del "Rancho 'e la Cambicha" que pueden descargar del sitio oficial de Antonio Tormo.
Y luego de escuchar esa versión, vean este video junto a Lito Vitale, en el año 1998.
Don Antonio Tormo falleció en Buenos Aires el 15 de noviembre del año 2003.
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